Desde siempre, uno quiere ser mayor, hacer cosas de adultos, salir hasta más de las 12, poder comprar alcohol con su propio carnet, entrar en discotecas, ir a cualquier parte sentado en el asiento del conductor, ir a la universidad, tener dinero propio, no dar explicaciones, mudarse de casa...
Entonces, llega el día en que se rompe tu burbuja y esos deseos se hacen realidad
Cuando todo eso ocurre te paras a pensar: ¿dónde están las tardes de juegos en la calle, los recreos, la intriga de llegar 5 minutos tarde a casa, los juegos inocentes, el tiempo libre...? ¿donde esta la facilidad de no tener obligaciones, de que te ayuden a resolver todos los problemas, el no pensar en el futuro...? ¿donde quedaron los días en que un simple “lo siento” curaban todas las penas, que con jugar a profesiones ya llegabas tan alto como querías y que pensabas que un amigo era algo eterno?
lunes, 7 de junio de 2010
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