domingo, 13 de diciembre de 2009

¿Por qué?

Siempre, en cada momento oscuro, es cada caída, en cada tropiezo tonto o accidente, en cada conveniencia, en todas las necesidades.. me llamas.

Acudes a mí, calmas tus lágrimas, gasto mi tiempo por ti, te consuelo, te animo y te ayudo.

Veces y más veces... ¿y para qué?

Ni me extrañas, ni me quieres, ni te preocupo, ni me tienes en cuenta.

Eres tú, siempre tú y solo tú
¿En qué momento empezaré a ser yo?

¿Sabes? Ha llegado ese momento.
Me es indiferente que sigas mirando por ti, yo estoy harta de dar todo pero no ser nadie ni nada.

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